Una vez más, Courtney Love está en problemas. La cantante fue demandada por Dawn Simorangkir, una diseñadora que exige el pago de varios miles de dólares en ropa, según informa Billboard.
El 17 de marzo de 2009, Love utilizó su cuenta de Twitter para lanzar una serie de insultos a la diseñadora. Entre los insultos, acusaba a Simorangkir de prostituta, drogadicta, que perdió la custodia de su hijo y que se había hecho famosa gracias a ella, además de que le robó. "Le di una GRAN cantidad de dinero, más de 40 mil dólares y yo no hago a la gente famosa, para que me violen!", escribió.
También utilizó sus cuentas de MySpace y Etsy.com para despotricar contra la diseñadora en los 4 días siguientes, lo que ocasionó una demanda programada en Los Angeles para el 18 de enero: La primer demanda por difamación por los comentarios de una celebridad en Twitter.
"Nunca había sucedido algo como esto antes", dijo el abogado de la diseñadora, Bryan Freedman, quien intentará convencer al jurado de Los Angeles que las falsas declaraciones de Love destruyeron la carrera en la moda de su cliente, y por lo tanto debe pagarle millones de dólares por daños.
Comenta: ¿Crees que Courtney Love es culpable?
En una era en la que las figuras públicas se comunican con miles, incluso millones, de seguidores en las redes sociales, el caso de Love nos hace preguntarnos si las celebridades, así como los medios, deberían ser responsables de lo que pase si hacen declaraciones falsas frente a sus fieles lectores.
"No creemos que haya difamación, e incluso si fueran declaraciones difamatorias, no hay daño", dijo James Janowitz, abogado de Love.
"Sería interesante ver si la corte le da más importancia a la gente que usa Twitter que a otros medios", dijo Alonzo Wichers, experto en difamación. "Por como está evolucionando Twitter parece ser más un medio para expresar opiniones".
Para ayudar su caso, Simorangkir planea llamar a Jessie Stricchiola, experta en medios sociales que lleva la tarea de estudiar cuántas personas vieron los comentarios de Love y qué tanta credibilidad se le da a los comentarios hechos en un foro casual como Twitter.
Love, quien deberá testificar en la corte, ya presentó su declaración, durante el cual argumentó que sólo repetía en sus mensajes lo que escuchó de la misma Simorangkir (quien asegura que todo es mentira). La diseñadora reconoció la influencia de la rockera como icono de la moda, y planea demostrar que esos mensajes influyeron sin duda para acabar con su reputación. En el juicio también se presentarán correos electrónicos y llamadas telefónicas de arrepentimiento que Love hizo a Simorangkir después de escribir los mensajes en Twitter.
Los abogados de Courtney tienen sus propios testigos, incluyendo un experto médico que pretende testificar que incluso si las declaraciones de Love fueron falsas, su estado mental no fue "subjetivamente perjuicioso" como para justificar la demanda por difamación.
La defensa sugiere que Twitter puede ser tan atractivo y adictivo para Love que no podría saber cómo otros interpretan sus mensajes.